Martín Castro estrena en Buenos Aires su último material discográfico: “Galleguita… esto es mío”, el próximo jueves 19 de mayo. Será en Salta y Resto, esta vez sin el DVD con que el guitarrista, ex Markama, acompañó la primera entrega hace dos años. Una noche de presentación, invitados y temas nuevos como pequeñas muestras de su próximo trabajo de estudio, que se grabará al igual que éste, en Mendoza.
“Hay una movida muy importante de guitarras hoy en Buenos Aires”, dice Castro en referencia a los músicos que como él, encuentran en la capital porteña espacios para juntarse, complementar trabajos de grabaciones previas y echar a rodar nuevas perspectivas sobre las cuerdas.
El músico cuyano despertó su identidad con la guitarra desde muy chico, en el mismo lugar que se licenció en música a través de la Universidad Nacional de Cuyo. En su Mendoza natal, años atrás dejó “varias cosas” reconoce, para instalarse en Buenos Aires y pelear un lugar desde la cercanía y el contacto directo con otros músicos. Totalmente abocado hoy a su proyecto solista, el presente del mendocino va de la mano con la guitarra, la misma que le permite reinterpretar el sentido de la tonada y entregarle a la música ésta, su versión más personal.
“Me abrí de lo comercial, de todas formas sigo grabando para gente pero estoy más enfocado a lo mío”, reconoce. La búsqueda del guitarrista hacia un nuevo rumbo solista se completa con una extensa trayectoria ligada al conocimiento de la música popular y el trabajo con diversos artistas. Los Nocheros, Jorge Marziali, Rubén Juárez, Dúo Salteño se destacan entre los que grabó como músico sesionista. Esta parte de su carrera le valió entre otros premios de festivales, el Gardel 2008 como “Mejor nuevo artista de tango”. Como si esto fuera poco, en la etapa “ligado a lo comercial” que hoy deja atrás, como lo expresa, trabajó en arreglos musicales para Susana Baca y Raly Barrionuevo, entre otros.
Una realidad parece ineludible en el pausado mendocino que todo el tiempo vuelve a su provincia como para tomar aire y seguir, el lugar predilecto para ir a fondo con lo esencial de sus discos que toman vuelo desde la autogestión, y dice: “es algo muy importante para los músicos, gestionar sus propios discos y es una grata experiencia poder hacerlo también en Buenos Aires. Acá tenés muchas más oportunidades para grabar, tocar y juntarte con otros artistas”.
De “Rocío, canciones de cuna” a “Galleguita… Esto es mío”
En “Galleguita… esto es mío” conviven fusiones que varían del jazz a la chacarera, el tango y la tonada que gravita constantemente como una marca de nacimiento. Este disco fue editado en 2014 y es la continuación de “Rocío, canciones de cuna”, una placa de canciones acompañado casi en su totalidad de músicos mendocinos, grabado en 2013. Los dos bajo el mismo concepto: grabaciones y arte de de tapa en Mendoza, edición y detalles finales en Buenos Aires. Una costumbre sana e intuitiva que permite a Castro encuadrar los pasajes más interesantes de sus grabaciones, hacerlo en el lugar conocido, allí donde los sonidos pasan a formar parte de la complicidad con el lugar de origen.
En pretensiones sencillas viene el talento cuyano de este artista cuando dice: “El disco se difunde en todo el país, de mi parte cumplí las expectativas que era sacarlo”. Hace dos años que volvió de Mendoza y editó este disco que contiene mucha de sus canciones grabadas en una sola toma. El disco que hoy presenta en Buenos Aires cuenta además con un minucioso trabajo audiovisual grabado en formato DVD que acompaño la tirada de los primeros cien discos en Mendoza. La idea dice, surgió en el Festival de la Guitarra en Merlo, San Luis, con la canción Nieblas del Riachuelo. El desafío era grabar las sesiones de grabación de cada tema del disco y editarlo finalmente en formato audiovisual para acompañar en la calle a “Galleguita… Esto es mío”. Por un tema de costos decidió postergar el DVD con las 13 canciones y pensarlo en las disquerías más adelante.
Entre Buenos Aires y Mendoza, lo que vendrá
Previo a su presentación del 19 de mayo en Salta y Resto, Buenos Aires, lo hará en Mendoza: primero en el Centro Cultural Donde Duerme la Luna en Chacras de Coria, y después en el Festival Cantar Opinando de Godoy Cruz. Cuenta que en Buenos Aires “la idea es mostrar el disco, sumar algo del nuevo y que se muestren otros artistas también”. Después de esto se irá a grabar a Mendoza. En medio de la trilogía discográfica que se completa con el próximo disco el anhelo es editar el DVD. Con el material terminado buscará viajar a presentar su música en Europa.
La antigua tonada y las corrientes cuyanas tienden puentes con los nuevos cruzamientos estilísticos a través de este cuidadoso compositor y conocedor de la vertiente musical que radica en Mendoza. El respeto por el posicionamiento instrumental de una de las regiones más enriquecedoras de la música popular, como es Cuyo, destaca en calidad e importancia a este músico e investigador. Entre concepciones orquestales anteriores a Tito Francia y el después, se encuentra su presente. Una tonada, una chacarera o un tango. Da lo mismo el género, la rítmica, armonía y melodía. Hay almas que habitan en la guitarra de Martín Castro y hacen que los sonidos trasciendan como un brazo extendido al resto de las regiones.






